Cuando nos planteamos manejar nuestra huerta de manera orgánica, buscamos trabajar CON la naturaleza, en vez de CONTRA esta. Estamos acostumbrados a comprar nuestros vegetales y que estén límpidos, perfectos, inmaculados, sin una mordida. Y esto, mis queridos amigos, al plantearnos una visión ecológica, no va a ser así. Dentro de nuestra versión ecológica, los bichos tienen su lugar.
Teniendo esto en cuenta, es fácil comprender que pondremos en marcha mecanismos y prácticas que son diferentes a los que se siguen en la "agricultura convencional".
Es mejor prevenir que curar
Tal como dice el dicho, en agricultura ecológica vamos a estar más atentos a lo que ocurre en nuestras macetas, para prevenir plagas y enfermedades. Debemos despojarnos de la idea de las plantas perfectas. Siempre vamos a ver algún bichito danto vueltas, algún pulgón, algún gusano minador. Forman parte de la naturaleza y son necesarios para mantener un equilibrio.
El sano equilibrio:
Como veníamos diciendo, los insectos son parte de nuestra huerta. Hay insectos que son perjudiciales (como los pulgones, personalmente los detesto) y hay insectos que son benéficos, como los Coccinellidae (en cada país les dicen diferente, mejor vamos por el nombre científico). Al tener una huerta orgánica, la salud de nuestra huerta está en el equilibrio y el manejo de umbrales: cuánta cantidad de daño estoy dispuesto a tolerar? Qué acciones puedo tomar cuando el daño es mayor al que acepto? Vuelvo a insistir en que SIEMPRE va a haber algo de daño. Algún bicho, alguna hoja amarilla, oídio apareciendo en algún lugar, son cosas inevitables. La cuestión está en cuándo tengo que intervenir, y cómo. Yo siempre recomiendo la eliminación mecánica ni bien se ven los síntomas. Las hojas basales de las plantas siempre se van a poner amarillas, es normal por el envejecimiento y muerte, pero una vez que esa hoja muera va a empezar a ser atacada por descomponedores. Ahí, la sacamos con cuidado de no lastimar la planta. Vemos una hoja atacada por un gusano minador? Miramos la hoja con cuidado y si vemos que el bicho está adentro, matamos al bicho y arrancamos la hoja. Si el daño muestra sólo una parte de la hoja faltante (se la comió algún bicho, o la cortó) no es necesario arrancarla, dejamos la parte que queda para que siga fotosintetizando. Si hay hojas lastimadas, amarillas, manchadas, con oídio, las sacamos. Si vemos gusanos, los sacamos. Si vemos pulgones, los aplastamos con la mano. Una vez que el daño o la invasión es muy alta, vamos a recurrir a los biopesticidas.
Salud del suelo:
Para que nuestras plantas crezcan sanas, es importante darles un medio para crecer que esté sano. Es importante que nuestro sustrato sea de buena calidad, esté aireado, no sea muy pesado para que las raíces se abran paso fácilmente, y haya un buen intercambio gaseoso. Lo mejor es comprar sustrato universal, o hacerlos nosotros mismos usando distintas combinaciones (ya haré un post con diferentes proporciones). Si no tenemos dinero para comprarlo y vamos a usar tierra del medio ambiente urbano, intentemos sacarlo del costado de las vías del tren, donde esté bien lleno de malezas. Así vamos a estar seguros que no hay pesticidas ni ningún residuo de éstos. Con esta tierra corremos el riesgo de que vengan muchísimos huevos de insectos y malezas, por eso vamos a tratar de hacer una desinfección del suelo antes de usarla en nuestras macetas (Cómo?? Ya vendrá en otro post :D ).
Riego:
Para mantener el equilibrio, necesitamos tener el riego juisto. Adoptar una práctica de riego por capilaridad va a disminuir la humedad en la capa del suelo más cercana a las hojas basales, que reciben menos sol, y con ello vamos a disminuir la aparición de hongos. Al evitar que el sustrato esté humedo en exceso o incluso encharcado, vamos a promover una buena aireación del suelo, y a tener raíces sanas.
Mulching:
Poner muching en nuestras macetas dificultará la emergencia de malezas que complitan con nuestras plantas, protegerán el suelo del golpe de la gota de agua si usamos riego convencional o cuando llueva, y dificultará el ingreso al sustrato de las plagas que completen su ciclo en la tierra. También va a disminuir la evaporación, mejorando el uso del agua en nuestra huerta, y disminuyendo la humedad en la zona basal de la planta, desmejorando las condiciones de aparición de hongos. Aumentará un poquito la temperatura del sustrato mejorando el ambiente de crecimiento de las raíces. Son todas buenas!
Biopesticidas:
Cuando tenemos instalada una plaga o enfermedad, lo primero es reconocer por qué llegamos a ese extremo. Usamos fertilizante? Demasiada humedad? Caímos en la tentación de usar un agroquímico de síntesis? Cuando nuestra huerta pierde el equilibrio y ya no podemos solucionarlo con los consejos anteriores, para no perder nuestro cultivo tenemos que recurrir a los biopesticidas. En esta entrada puedes encontrar más info y recetas!.
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